La
aerolínea descarta una fusión, pero recurre a todos los mecanismos para subsistir.
Aunque esto incluya acuerdos con sus máximos competidores.
Las empresas de transporte aéreo han
sido golpeadas por la pandemia de manera especial en Latinoamérica. El cierre
de fronteras y la prohibición de vuelos domésticos en varios países, generó que
aerolíneas como LATAM Airlines y Avianca se acogieran a la ley de protección
por quiebra en Estados Unidos. Para superar este mal momento, una de las
salidas sería generar alianzas con sus competidores.
Desde mayo pasado, LATAM Airlines se asoció
con su más grande rival en Brasil Azul SA. Ambas compañías, que controlan el
60% del mercado doméstico brasileño, llegaron a un acuerdo de código
compartido, para comercializar una ruta utilizando un mismo avión. Por lo
pronto, solo aplica a rutas que se sobreponen, pero LATAM afirmó estar “abierta a la posibilidad de
una eventual futura expansión de este código compartido”.
Este acuerdo “habría sido imposible en el
pasado”, señaló para la agencia Reuters Carlos Ozores, consultor de
la industria de ICF. Mientras que Andre Castellini, consultor de aviación de
Bain & Company enfatizó: “Podría ser el primer paso para una integración más profunda,
incluso una fusión”.
Tanto LATAM como Azul han negado que
existan conversaciones sobre una posible fusión, pero una fuente citada por
Reuters afirmó que el escenario era “posible”. Para Castellini, “no tiene sentido hablar de
competencia en este contexto, esta es una lucha por la supervivencia”. Y todo indica que las aerolíneas están
dispuestas a ceder mercados por los que habrían luchado en otras
circunstancias.
Este acuerdo
con Azul, no es el único que ha firmado LATAM. También se asoció con Delta Air
Lines Inc, en lo que parece ser una salida saludable a la crisis: comercializar
una ruta aérea en conjunto, dejando de lado los gastos que se incurriría con
una fusión real.
Fuente: diariocorreo.pe
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